La estufa tiene diversos componentes que han evolucionado con el paso del tiempo. Antes eran aparatos enormes y pesados que necesitaban leña o carbón para funcionar, y poco a poco tuvieron un cambio a un modelo más ergonómico y sofisticado, que nos diera un mejor rendimiento, donde llegaron estufas de gas o eléctricas, parrillas, acero inoxidable, modos para ahorrar gas, etc.
Te daremos a conocer los componentes de estos modelos actuales que nos han traído tantos beneficios:
- Hornillas y quemadores: Son la parte más visible de una estufa, en su parte superior y son la salida directa con la que el gas hace contacto con la chispa y el oxígeno, y las estufas suelen contar con cuatro o seis de estos.
- Horno: Este es el espacio frontal de la estufa, donde puedes, como su nombre lo dice, hornear alimentos a altas temperaturas que son controladas por unas perillas justo encima de la puerta. Dentro de la línea de perillas para controlar el horno y la estufa, también podemos encontrar un minutero que puede ser digital o mecánico, dependiendo del modelo de la estufa.
- Válvulas: Estas controlan, con ayuda de perillas, la flama que sale de los quemadores.
- Rejilla: Esta es una reja de hierro que rodea los quemadores para poder poner sobre ella nuestros utensilios de cocina como sartenes u ollas. Siendo de hierro transporta más fácil el calor.
Cada uno de estos componentes vuelven funcionales a las estufas. Como podemos ver, estos componentes se diseñan para mayor practicidad en el momento de cocinar nuestros alimentos. Con una higiene y cuidado adecuado, una buena estufa puede durar entre 13 y 17 años.
¡No olvides contactarnos si tienes alguna duda o si quieres ser distribuidor de nuestras refacciones y equipos!