El helado o la nieve nunca pasan de moda para ser un rico postre; ya sea como vendedor ambulante o dentro de un restaurante o cafetería. Por ello, hoy los botes de acero son nuestros protagonistas.
La nieve es uno de los postres favoritos por excelencia gracias a su gran variedad de sabor y a su forma tan eficiente de refrescarnos durante la temporada más calurosa del año. Sin embargo, hacerla es un procedimiento complejo, pero el principal reto es mantenerla fría y mantener su consistencia tan característica.
Los botes de acero inoxidable son de vital importancia para el cuidado y almacenamiento de la nieve. Su tamaño hace posible almacenar grandes cantidades, y las propiedades del acero conservan la baja temperatura de la nieve. Esto es nos ayuda con el tema de la consistencia. Su estructura ergonómica es ideal para meter una mano completa y menear la nieve hasta obtener la consistencia deseada; o bien, para meter la mano con el cucharón especial para tomar las bolas de nieve o helado.
Si bien, la nieve no necesariamente necesitas hacerla en el bote de acero o almacenarla ahí, sí es muy recomendable pues podrás conservar mayor cantidad en un recipiente de gran durabilidad y cuya humedad no favorece la proliferación de hogos o bacterias.
Como mencionamos anteriormente, estos botes de acero inoxidable también sirven en la venta ambulante, por lo que son ideales para meter en carritos o barriles y distribuir la nieve por la ciudad.
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